Eliminación de votos kármicos
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Los votos kármicos son vínculos que creamos con personas o con cosas, en esta vida o en vidas anteriores. Son promesas, juramentos, pactos, decretos... que mantenemos con otras personas o con nosotros mismos en cualquier momento de nuestra vida, o incluso que realizaron nuestros ancestros y quedan guardados en el inconsciente familiar como algo que nos impide avanzar en algunas facetas de nuestra vida.
Aunque nosotros como personas hayamos olvidado esa promesa que hicimos a alguien, en nuestra alma queda grabada y puede provocar situaciones y bloqueos energéticos que nos impidan avanzar.
Por ejemplo, si en otra vida fuimos monjes y guardamos voto de silencio y pobreza, quizás en esta vida nos cueste mucho trabajo hablar en público y además tengamos problemas económicos porque nuestra alma es fiel al voto que realizó.
Si uno de nuestros ancestros montó una empresa en el pasado, fracasó y prometió no volver a poner en marcha negocios propios, puede que esa energía quedara en nuestro árbol genealógico y que a nosotros nos de terror montar una empresa, aunque no hayamos tenido ningún caso de fracaso en nuestro entorno.
O si juramos, por los votos del matrimonio, amor a una persona y la relación se terminó y acabamos separándonos, puede que en un futuro haya un bloqueo que nos impida volver a tener una relación.
Si reflexionamos un poco, nos pasamos la vida prometiendo, jurando, decretando, en muchas ocasiones cosas simples que no cumplimos, olvidamos y que quedan grabadas en nuestra alma.
Romper esos lazos energéticos y pedir que se eliminen de manera amorosa y con agradecimiento es una forma estupenda de quitarnos peso de encima, de liberarnos y de avanzar.
Para romper esos votos kármicos tenemos que buscar un sitio tranquilo donde podamos sentarnos 5 minutos en postura de meditación. Debemos repetir cada día, durante 21 días, una pequeña meditación que será la que nos permita romper esos votos. En internet hay muchos textos sobre este asunto, nosotros os ofrecemos uno personal que hemos realizado a partir de nuestras lecturas y experiencias, pero si éste no resuena con vosotros, podéis buscar y realizar el que vibre con vuestra alma.
Cuando finalicéis la lectura, que puede ser en voz alta o baja, realizáis una inspiración profunda. La meditación hay que hacerla 21 días seguidos, si comenzáis y por cualquier motivo no podéis hacerla un día tenéis que comenzar de nuevo.
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"Solicito la presencia de mis Maestros, Guías, Seres de Luz, Ángeles y Akasha y pido permiso para anular todos los votos kármicos limitantes contraídos en cualquier vida pasada, simultánea, plano o dimensión de mi existencia.
Revoco, anulo, me libero y renuncio en este momento a cualquier tipo de voto, promesa, contrato, juramento o vínculo de cualquier tipo realizado por mí o en mi nombre desde el momento de la creación hasta el presente, que esté activo en esta vida y en las siguientes, que comprometa o pueda comprometer mi libre albedrío y evolución.
A partir de ahora revoco, anulo y renuncio a cualquier juramento de lealtad, obediencia, pertenencia a orden religiosa o asociación humana limitante.
Anulo y renuncio a los votos relacionados con obediencia, pobreza, castidad y celibato, matrimonios antiguos, sufrimiento, sacrificio, silencio, alimentación, de morir o matar en nombre de Dios, y pido que todo el karma creado por esto sea devuelvo a la Fuente original y transformado en luz, amor, abundancia, riqueza, protección, prosperidad, felicidad, sanación, sabiduría, suerte y bendiciones.
Y que sea por mi bien y por el de todos los seres.
Qué así sea!"
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