Meditar con un Japa Mala
Imagen de www.widemat.com |
Una forma sencilla de meditar es usando un Japa Mala, también conocido como rosario budista. Es un rosario con cuentas esféricas, generalmente de madera, semilla o piedras, usada en el hinduismo, el budismo y el sijismo para recitar mantras.
Los rosarios pueden tener 15, 24, 27, 30, 50 ó 108 cuentas, más la cuenta maestra que representa al Guru, Maestro o la Montaña Meru, símbolo del canal central. El número 108 es el
más habitual y se considera sagrado y afortunado en la India desde tiempos muy
antiguos. Este número es altamente simbólico por una explicación astronómica
porque ya en la era védica, los sabios eran conscientes de que la distancia
promedio de la luna y también del sol a la tierra era 108 veces sus diámetros
respectivos.
Cada Jap, o repetición, de estos sonidos sagrados borra una capa
de irrealidad que nos hace identificarnos erróneamente con el ego, y abre
nuestros canales internos a la energía divina de Dios. El Japa Mala no debe
confundirse con los rosarios católicos, ortodoxos o árabes, ya que éstos tienen
1.500 años de antigüedad y el Japa Mala tiene 6.000 años de antigüedad.
Japa Mala significa ‘la
guirnalda de letras’ del idioma sánscrito. Las cuentas pueden hacerse de
sándalo, cristal, conchas, coral, o en la mayoría de los casos de rudrâksha (el
ojo de Rudra) que es la multifacética semilla del sagrado árbol azul de Shiva.
La meditación consiste en recitar (en voz alta, baja o en susurro) el mantra que hayamos elegido una vez por cada cuenta del Japa Mala. Permite concentrar la atención más fácilmente porque en el momento que la mente divaga volvemos a concentrarnos en las cuentas y continuamos recitando.
Es muy efectivo escoger un mantra que nos guste y recitarlo todos los días durante 21 días, para obtener los efectos de ese mantra. En la práctica, después de un rato, el
mantra se recita espontáneamente, y su poder intrínseco puede sentirse como una
carga de energía en el propio cuerpo. Ésto se llama japa japa o ‘recitación no
recitada’ y también se conoce como el hamsa mantra, que es el eco mental que
ocurre cuando repetimos una palabra una y otra vez.
Para meditar con un mantra y un Japa Mala debemos escoger el mantra que nos resuene en ese momento y tener el firme propósito de recitarlo durante 21 días. Escogemos un lugar tranquilo donde no nos molesten, nos sentamos en postura fácil o postura de meditación y tomamos el Japa Mala en nuestras manos. Cerramos los ojos, inspiramos y comenzamos a recitar el mantra, empezando siempre por la cuenta que está junto a la cuenta maestra (la cuenta maestra no se cuenta) y vamos girando el Mala hasta volver a encontrar la cuenta maestra. Las cuentas se pasan con los dedos pulgar y corazón de la mano.
Hoy os proponemos meditar con el mantra OM, que es un mantra raíz que limpia y purifica nuestro cuerpo y mente, y aporta claridad mental y paz espiritual.
Comentarios